Hoy en día, existen muchas técnicas para mantener la madera limpia, hidratada y nutrida, lo cual, permitirá mantener estos objetos intactos sin que se noten que son viejos. En este post te vamos a explicar cómo puedes limpiar y nutrir la madera para lograr lo antes mencionado.
Para limpiar la madera, necesitas colocar en un envase de cristal aguarrás y un poquito de amoniaco, luego con un estropajo de cocina, ve empapando la madera y deja actuar el producto por unos minutos para que remueva la suciedad, las ceras y parafinas que ha ido acumulando con el tiempo. Luego enjuágalo con agua y jabón para neutralizar los productos antes aplicados, después debes dejarla secar por un par de días.
Cuando la madera esté seca, tócala y podrás sentir que está un poco áspera, eso significa que necesita ser nutrida, para esto debes pasar primero una lija fina de 240 o parecida, por toda la superficie, para así darle suavidad a la madera. Después de que esté suave, puedes pasarle una lija de 400 o 600 para que la superficie quede perfecta y poderla hidratar.
Para la hidratación y nutrición de la madera existen distintos tratamientos y es de eso que hablaremos a continuación.
Tratamiento para madera reseca
Antes de saber qué tratamiento es el más conveniente, hay que evaluar primero a qué se exponen los objetos que tenemos de madera para así luego saber cuál es el indicado según sus propiedades. Los tratamientos para nutrir madera reseca se deben aplicar periódicamente, haciendo uso de los productos específicos y correctos. Los distintos tratamientos que existen son:
Tratamientos de fondo
Estos corresponden a productos transpirables que penetran en las fibras de la madera, es por ello que se denominan tratamientos de fondo, pero no cierran el poro, sirven para evitar las alteraciones de color causadas por los hongos y los rayos UV, la hacen resistente y previenen el ataque de insectos. Estos productos suelen contener fungicidas para combatir el moho.
Son ideales para maderas de exteriores e interiores, permiten aplicar sobre ellos cualquier tipo de acabado, pero también pueden dejarse como producto final, los encuentras incoloros o con distintos tonos de madera. El efecto de estos productos persiste por años.
Lasures o protectores decorativos
Estos son productos de acabado, le dan a la madera un tratamiento decorativo, pero que no cierra el poro y penetra en toda su fibra, a diferencia de los barnices y pinturas. Puede aplicarse después del fondo protector, lo consigues incoloro, en tonos madera y coloreados con ciertos pigmentos, pero siempre permiten que quede visible la veta de la madera.
Ideales para madera de exteriores pues la madera necesita seguir respirando, y así garantiza que va a permanecer en buen estado por largo tiempo. No son muy buenos para muebles de interior, porque no sella la fibra y si sufre cualquier mancha, esta penetrará en la madera.

Barnices
Son productos de acabado, que crean una película sobre la fibra de la madera, cerrando el poro y evitando que transpire. Impiden que penetren sustancias al interior de la madera, protegiéndola de manchas y acumulación de polvo. Se pueden encontrar al agua, sin olor, de secado rápido, que se diluyen en disolvente y de secado tardío, estos son más resistentes.
Son ideales para maderas de interiores, pues no solo resguardan la madera si no que permiten la limpieza periódica de la misma. Para el exterior solo se recomiendan los barnices especiales para intemperie o marinos, que resisten humedad y sol, pero se deben renovar anualmente.
Aceites
Estos tratamientos consisten generalmente en una mezcla de aceites y resinas naturales que puede impregnar la madera, nutrirla y protegerla. El aceite impermeabiliza la madera de forma que repele el agua, y da un bonito tono oscuro a la misma. Se puede aplicar con brocha o trapo, entre capa y capa debes dejar un tiempo para que las fibras lo absorban correctamente. El más conocido es el aceite para teca, este se puede usar en cualquier tipo de madera y tiene varias tonalidades.
Es recomendable para maderas de exterior tipo tropicales, que necesitan protección y embellecimiento, pues el aceite le da una superficie satinada, suave al tacto y agradable. Si recurres al uso de aceite para teca, deberás aplicarlo una vez al año al menos, para que la madera esté protegida y no pierda su tono natural poniéndose gris.
Antixilófagos
Este tratamiento son productos que necesitan un posterior acabado para la madera, están diseñados solo para protegerla de los ataques de insectos xilófagos, es decir, que se alimentan de madera, como las termitas y la carcoma. Estos productos penetran en las fibras a profundidad protegiendo fuertemente la madera de los ataques de estos parásitos.
Son buenos para maderas nuevas que estén en bruto, que sean destinadas para ser usadas en suelos, frisos, armarios, vigas. Estas siempre deben protegerse de las termitas y la carcoma antes de la culminación de su trabajo. Los productos antixilófagos son imprescindibles en las restauraciones de casas antiguas.